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¿Qué es una auditoría curricular?

La combinación de palabras -auditoría curricular-, como bien indica su nombre, significaría algo así como examinar y revisar un currículum vitae, facilitado por una persona candidata, con el objetivo de comprobar que la información plasmada en el mismo se ajusta a la realidad. A fin de cuentas, se trata de una verificación de antecedentes sobre diferentes ámbitos tales como formación o experiencia, entre otros. 
Una vez nos hacemos a la idea de lo que significa una auditoría curricular, es importante también conocer en qué punto del proceso de selección tiene cabida. Pues bien, la misma se lleva a cabo hacia el final del proceso de selección, cuando ya sabemos que el/la candidato/a se adecúa a la posición que ofrece la empresa en cuestión y esta asimismo satisface las demandas y peticiones de la persona candidata, es decir, ambas partes se amoldan entre sí para comenzar una nueva relación profesional. Entonces, tras aceptar la oferta de empleo por parte del futuro/a trabajador/a y antes de su incorporación a la compañía, es cuando se daría “pistoletazo de salida” al denominado proceso de auditoría curricular o igualmente conocido como proceso de background check, en inglés. 
Profundizando un poco más, y a modo aclaratorio, añadir que este proceso se ejecuta por motivos de compliance y por ende, no debería entenderse como una valoración en sí como tal, sino más bien como una práctica de recursos humanos que, además de certificar el cumplimiento de ciertos aspectos relacionados con un perfil profesional también aporta calidad al proceso de selección, permitiendo de esta forma construir equipos de trabajo justos y transparentes, lo que podría suponer en paralelo un éxito futuro tanto para el/la empleado/a como para el/la empleador/a.

Como todo procedimiento responsable y profesional, el proceso de auditoría curricular sigue una serie de pasos preestablecidos, así como cumple unas directrices fundamentales. 

En cuanto a los pasos, este está conformado por los siguientes, descritos brevemente: 

  1. Se contacta con la persona candidata para solicitar la documentación e información correspondiente para iniciar nuestro cometido.
  2. Se trabaja sobre las evidencias empíricas recibidas, realizando las comprobaciones oportunas y manteniendo en todo momento el contacto con el/la candidato/a por si fuese necesario aclarar alguna cuestión.
  3. Se redacta el informe final en el que constan los resultados de las diferentes esferas que se validaron. 
     

Todo ello, por supuesto, atendiendo a la Ley de Protección de Datos, por lo que previamente se requiere el consentimiento de la persona candidata para proceder con la práctica, pauta básica a tener en cuenta. Además, cabe destacar la importancia de mantener una comunicación clara, un trato agradable y aportar confianza durante todo el proceso. También es esencial informar a las personas cuando finaliza dicho proceso, aprovechando la coyuntura para desearles nuestros mejores éxitos en su nueva experiencia profesional y darles las gracias por el esfuerzo dedicado y el tiempo invertido.
En definitiva, es un placer para mi, como Técnico de Selección y Auditoría, estar involucrada día a día en estos procesos en los que el/la receptor/a te atiende con gusto e ilusión, ofreciendo ayuda con todo lo que está en sus manos, e incluso en ocasiones agradecen los pequeños errores detectados. 

 

Las oportunidades de mejora enriquecen a las empresas y a sus recursos humanos, ¡velemos por ellas!
 

Nerea

Firma: Nerea Lijó Pardavila (Técnico de Selección y Captación de Talento)